¿Qué esconde una copa de vino tinto?, pues queridos lectores mucho más de lo que a simple vista y olfato podemos apreciar. Más allá de ese color rojo rubí y de ese característico olor a fruta que nos da nuestra garnacha, hay una gran riqueza química que nos aporta un montón de beneficios para nuestra salud.
Ya nuestros antepasados que no conocían estas propiedades, guardaban el vino como un artículo de lujo. En el antiguo Egipto, sólo disfrutaban de él sacerdotes y nobles, mientras que las clases bajas tan sólo lo apreciaban en festividades. En épocas sucesivas, seguía reservándose para fiestas y ceremonias religiosas. Y es que no es para menos, y ahora entenderéis por qué…

 

Los polifenoles… ¿Qué son? y ¿Para qué sirven?

La uva y posteriormente el vino contiene unos compuestos llamados “polifenoles”, esto os puede sonar poli-extraño, pero a nivel químico se llaman así porque contienen en su estructura uno o más grupos fenoles. En función de esto, se subdividen en otros grupos de compuestos:

 

 

Antocianos
Nos van a dar ese color rojo característico del vino tinto. Tienen propiedades cardioprotectoras, mejoran la circulación venosa y evitan la formación de edemas. También fortalecen la vista ya que ayudan a regenerar la púrpura retiniana, muy recomendable para problemas de vista cansada.

 

 

Taninos
Tanto a los entendidos como no entendidos del mundo del vino les suena. Son los encargados de producir la astringencia en boca. Pero… ¿Qué es la astringencia?, una sensación a veces difícil de definir, para entendernos es esa mezcla de sequedad y aspereza que se queda en la lengua tras beber un trago de vino. Pues señores míos, esta sensación que nos puede resultar de forma masiva desagradable, es una maravilla!!! Y es que estos compuestos además de fortalecer la pared de vasos y capilares sanguíneos, favorecen la pérdida de peso.

 

 

Flavonoides
Dentro de este grupo cabe destacar uno, el resveratrol. Es un antioxidante, una palabra que está muy de moda por aquello del estrés, las radiaciones… ¿Y para qué sirve? Pues para muchas cosas, pero a groso modo retrasa el envejecimiento celular. A nivel metabólico ejercen un efecto regulador y amortiguador en muchos procesos. Inhiben la formación de trombos, mejoran la fluidez de las membranas y con ello la formación de placas de ateroma, reducen la acumulación de grasa a nivel del adipocito, es antiinflamatorio (ideal para enfermedades de artritis) y anticancerígeno… Lo cierto es, que esta molécula merece un capítulo a parte.

En general, estos compuestos se encuentran fundamentalmente en las partes duras (raspón y pepitas) y el hollejo de las uvas. Por eso, su concentración en el vino va a depender fundamentalmente del tiempo en el que el mosto y la casca estén en contacto, es decir de la maceración.

 

Otros compuestos saludables

¿Sabías que el ácido tartárico y málico del vino tienen un efecto fotoprotector? Luego también evitan que te salgan machas en la piel.
Además contiene algunas vitaminas del grupo B (aunque no en mucha cantidad) y oligoelementos (mas de 10 esenciales), entre ellos el Hierro, Zinc, Magnesio, Potasio, Calcio…

Si es que las propiedades del vino son innumerables… antiséptico, digestivo, mejora el estado de ánimo… voy a parar porque alguno acaba con dolor de cabeza, vómitos… todo lo contrario a lo que en este post quiero destacar. Ojo! que el vino contiene diferentes alcoholes, y aunque no es una bebida con un alto grado alcohólico debes consumirla con moderación. Eso hará que te beneficies de todas sus propiedades y evites sus efectos nocivos producidos principalmente por estos alcoholes.

Sin más, te invito a brindar con nuestro fabuloso elixir de vida AVAVIENTO.

 

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