Proyecto

Nuestro sueño

La esencia del equilibrio entre lo tradicional y el mundo moderno

   Encuadrados en la región Del Valle del Alberche, con referencias históricas datadas desde las épocas de la denominación Romana en España, la tradición del cultivo del viñedo de la zona se extiende desde finales del siglo XI. Desde entonces numerosas referencias históricas señalan el potencial vitivinícola de la zona, siendo entre los siglos XVI y XVII cuando se alcanzó el máximo esplendor de la zona al convertirse en una de las principales abastecedoras de vino de Madrid… El paso de años, la industrialización, la globalización así como la mejoras tecnológicas que perseguían una mayor producción fueron haciendo que se desplazaran las zonas productoras otras regiones más fáciles de cultivar por lo que la región fue paulatinamente esa importancia aunque no así su riqueza.

Este hecho era patente en nuestro pequeño pueblecito llamado Navandrinal de unos 200 habitantes. Situados a las faldas de Gredos y a tan sólo 110 km de Madrid, a lo largo de nuestra vida habíamos crecido rodeados de pequeñas viñas que abastecían regularmente a las gentes de nuestros pueblos. La producción se basaba en el autoconsumo y constituía una  una moneda de cambio en numerosas ocasiones.

   Poco a poco, según fuimos creciendo, el paisaje vitícola se fue transformando. Nuestros abuelos, que con tanto cariño habían mimado sus viñas, no iban dejando y con ello, su legado se iba deteriorando…  Muchas viñas se abandonaron, otras se arrancaron e incluso el que seguía haciendo vino prefería comprar la uva a mantener el viñedo… Tanda riqueza se estaba  despreciando, abandonando, olvidando…. ¡¡Esto no podía ser!!

Fue entonces cuando animados por nuestra querida abuela “La señora María”, estos 4 locos decidimos embarcarnos en este proyecto exclusivamente familiar. Teníamos que intentar evitar que esta riqueza histórica se perdiese, que enseñar a todos lo particular y exclusivo que eran nuestros viñedos. Para ello nos unimos, 4 hermanos y familias juntos,  dedicando a un sueño todo nuestro esfuerzo humano, familiar y económico.

Conocimos a otros enamorados de la zona que compartían nuestra locura y que ya elaboraban unos vinos excelentes mundialmente reconocidos (Daniel Ramos, Soto y Manrique, 7 Navas…) y decidimos trabajar en una primera etapa en colaboración con Daniel Ramos para producir nuestros exclusivos vinos.

Empezamos nuestro recorrido con nuestro primer viñedo: Fuente Seca. 3 hectáreas de viñedo con cepas de garnacha tinta de una antigüedad entre 50 y 70 años. Una viña que con gran amor cultivaron nuestro amigo Aurelio y familia. Revisamos una a una todas las cepas, las cuidamos individualmente, les quitamos los bravíos y madera accesoria y las abonamos con estiércol de ovejas alimentadas de modo natural. No miramos ningún detalle para conseguir que esas cepas casi centenarias expresasen su mejor fruto…

 

Después vinieron más viñedos y líneas de elaboración, todos siempre bajo los mismos objetivos, buscar vinos especiales que permitan expresar las cualidades de la zona… Goyo, Satur, Higinio…son algunos de ellos hasta completar las 21 hectáreas de terreno que hoy en día cuidamos, restauramos y elaboramos bajo la colaboración con nuestra premiada enóloga Celia De Dios Lafuente.  De ellos salen nuestros vinos, de su historia y entorno nacen las sensaciones que transmiten, nosotros sólo se los ponemos en su copa.

    La aceptación y crecimiento de nuestro proyecto fue tal que nuestras instalaciones iniciales se quedaron pequeñas y tuvimos que emprender un nuevo reto: construir una nueva Bodega. Una bodega que nos permitiese elaborar en las mejores condiciones teniendo en cuenta todo aquello que pudiese favorecer el cuidado del vino en su elaboración: aislamiento térmico, ausencia de bombas, zona de conservación dedicada…algo que no es poco habitual en el mundo de los grandes productores pero que constituye una novedad en la zona y que busca dotar del mejor futuro a nuestro proyecto.

 

  Y no podemos olvidarnos del trasfondo humano que nos acompaña. En una población como nuestro amado pueblo Navandrinal, sometido a una imparable despoblación en los últimos 40 años, el nacimiento de una empresa familiar como la nuestra intenta estimular la sostenibilidad en el mismo, crear puestos de trabajo que permitan que la gente vuelva a sus orígenes, a la naturaleza, al lugar donde mas felices vivimos lejos del estress de las ciudades, la contaminación, el sin vivir… Visítenos y lo podrá comprobar.

                                                                      ” En Navandrinal se acaba la carretera y se detiene el tiempo…”

 

    ¡Y este es nuestro proyecto! Esperamos le guste y si desea conocernos estaremos encantados de enseñárselo en persona. Póngase en contacto con nosotros por la web o teléfono y se lo mostraremos. A sólo una hora y poco de Madrid se transportará a otro entorno, a otra forma de entender la vida…

Avaviento Joven: Garnacha en estado puro. Un vino fácil de beber para cualquier ocasión.

María Hernández

“Un vino de garnacha que no debe faltar en tu mesa, matices diferenciados de frutos rojos, alcohol y acidez equilibrada en una explosión frutal”

Montserrat Bayo

” Avaviento 2017, se nota el cariño en la copa…Un claro reflejo del espíritu de la tierra “

Iván Pozo

Garnacha en altura

Todos nuestras viñas respetan la agricultura orgánica y ecológica y se localizan a alturas superiores a 700m.

Vino de calidad

Disfrute nuestro primer tesoro: Avaviento 2017 y compruebe el placer sensorial que transmiten nuestras uvas.

Producción limitada

Disfrute de nuestros vinos exclusivos. Viñas centenarias con producciones limitadas de la más alta calidad.